martes, 18 de junio de 2013

EXPERTOS SUBRAYAN EFECTOS NOCIVOS DE LA LOT SOBRE LAS EMPRESAS


La Ley del Trabajo, de las Trabajadoras y los Trabajadores, nombre con el que finalmente quedó promulgada la nueva legislación que rige desde el 7 de mayo de 2012 las relaciones laborales en el país, no ha logrado ser del todo aceptada ni digerida por un sector, sobre todo de los empleadores y algunos ramos productivos, que han observado que especialmente la normativa que se refiere a la reducción de la jornada laboral de 44 a 40 horas semanales afecta de manera notoria las finanzas de las empresas, por mencionar uno de los temas que más preocupan, según sus críticos.

Entre algunos analistas en materia laboral, economistas y, por supuesto, empresarios y patronos hay consenso en que la aplicación de ciertos artículos contenidos en la Ley del Trabajo no se corresponde con el momento actual que vive el país, en medio de un panorama en el que las empresas la tienen cuesta arriba por los costos que implica asumir más personal o hacer pagos adicionales por horas extras. 

Retomar el esquema de la retroactividad para el cálculo de las prestaciones, al utilizar como base el último salario devengado, es otro de los puntos álgidos, además de los costos adicionales a que obliga la normativa por el aumento del bono vacacional y de las utilidades.

Analistas y economistas que fustigan la aplicación de la LOT señalan que las empresas enfrentan un momento difícil, pues además de la inflación y el limitado acceso a las divisas -en el caso de aquellas que deben importar insumos y materia prima -, se ven obligadas a cumplir con una ley "excesivamente proteccionista con el trabajador que impide los despidos y, a la vez, es muy punitiva para los patronos", sostiene Santiago Gimón, abogado y analista laboral.

Impactos en las cuentas


Para Gilbert Dao, presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción (CVC), la nueva legislación laboral ha impactado entre 10% y 12% los costos de las empresas y contratistas de obras, como consecuencia de la aplicación de la reducción de jornada, norma que entró en vigencia hace apenas un mes, pues a los empleadores se les dio un año -contado desde que se promulgó la LOT el 7 de mayo de 2012-para que hicieran los ajustes pertinentes a los horarios.

Debido a este cambio, el vocero del gremio insiste en que las contratistas y grandes compañías constructoras ahora deben enfrentar nuevas dificultades, además de lidiar con la falta de insumos, en medio de la violencia sindical que afecta a las obras por el sicariato de obreros.

"Las empresas, a pesar de la contracción que enfrenta el sector de la construcción, si quieren seguir produciendo y no paralizar las obras, deben asumir nuevas contrataciones de personal y, en algunos casos, pagar horas extras, dado que no pueden exceder de las 40 horas establecidas como jornada máxima legal", enfatizó el representante gremial.

Los constructores afiliados a la Cámara de la Construcción apuntan que al menos la jornada anterior permitía trabajar sin afectar el salario y sin pago de horas extra, hasta el mediodía del sábado, pues se cumplía un horario de ocho horas de lunes a viernes más cuatro el día sábado y se ajustaban a la norma sin problemas. 

La legislación derogada el 7 de mayo de 2012, cuando entró en vigencia el nuevo texto, fijaba un horario mínimo de 44 horas semanales.

Otros obstáculos 

Por su parte, el economista y director de la firma especializada Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, sostiene que el impacto de la Ley del Trabajo en las empresas se calcula en 39,2%, debido al nuevo esquema para el pago de las prestaciones sociales, que se calculan con retroactividad.

Oliveros elaboró un estudio que se presentó en un foro realizado en mayo pasado, bajo el auspicio de Venamcham, con el fin de hacer un balance de esta legislación, luego de un año de promulgada. Advirtió que los efectos de la Ley Orgánica del Trabajo sobre las empresas "son graves" y para las Pymes, "mortales".

El economista puntualizó que precisamente a las pequeñas y medianas empresas, "que son las que generan la mayor cantidad de empleos, alrededor de cuatro millones", se les hace muy complicado soportar costos adicionales con nuevas contrataciones de personal, especialmente en aquellos casos en los que se labore siete días a la semana y en los que obligatoriamente se debe otorgar dos días de descanso seguidos a los trabajadores, para reponer los dos días laborados.

Para Oliveros, en el sector comercio el impacto es aún mayor, alrededor de 53%. "Habrá casos en los que tendrán que dar los domingos y lunes libres, como por ejemplo, en los restaurantes".

Citó que dependiendo del rubro dentro del sector de comercio y servicios, habrá que sacrificar días laborables, quizás asumiendo pérdidas. 

Para Oliveros está quedando muy lejos la frase de que "en Venezuela las empresas ganan mucho dinero ". 

Insiste en que además de los costos asociados a la nueva legislación, este año las empresas tendrán que asumir el aumento del sueldo mínimo, que rondará 40% a final de año.

El economista subrayó que justamente en este panorama de contracción económica hay que darles incentivos a las pequeñas y medianas empresas.

Datos de Ecoanalítica detallan que en Venezuela existen 323.000 pequeñas empresas; 12.000 medianas, las cuales tienen en sus nóminas entre 21 y 100 empleados; y alrededor de 2.000 grandes compañías, con más de 100 trabajadores.

Entre las conclusiones a las que han llegado analistas, expertos en materia laboral y abogados destaca que la nueva Ley Orgánica del Trabajo contribuye a mejorar las condiciones de trabajo para los empleados, pero para las empresas está representando costos adicionales y sacrificios, además de que no están creando nuevos empleos.

"Es difícil crear nuevos puestos de trabajo en las condiciones actuales que enfrenta el país, con cercos para las empresas, falta de divisas, bajas en la productividad y sin muchas ganancias", sostiene Aurelio Concheso, de la Comsión de Asuntos Laborales de Fedecámaras.


"Horas de trabajo no se traducen en productividad"

Empresarios y abogados en materia laboral evitan ahondar en el análisis sobre el impacto en la productividad de la Ley Orgánica del Trabajo. Prefieren insistir en que los efectos nocivos de la nueva normativa se concentran en los costos financieros, dado que ahora deben pagar más días de vacaciones, de utilidades y, en caso de desincorporaciones, tienen que pagar las prestaciones con base en el último salario devengado, lo cual implica un mayor desembolso a favor de los trabajadores.

En voz baja, los empresarios admiten que no han podido medir los efectos sobre la productividad de la LOT, pues la misma ley les impide despedir personal y conservan, en muchos casos, la misma plantilla de hace tres o cinco años, cuando no estaba aprobada la norma. El académico Carlos Sainz Muñoz, redactor de la legislación, ha insistido en que esta no tiene por qué afectar la productividad, pues "se ha comprobado que la cantidad de horas trabajadas no es para mayor o menor producción".

Reducción de jornada precariza servicios 

Aurelio Concheso, director de la Comisión Laboral de Fedecámaras, dijo que más que la productividad, con la reducción de la jornada laboral "lo que se afecta es el servicio al cliente".

Dijo que se precariza la atención, pues si, por ejemplo, una  persona está acostumbrada a llevar su vehículo al taller los días sábado y el local está cerrado, se limita la atención oportuna. "Eso está sucediendo con muchos talleres mecánicos que ahora tienen que cerrar los sábados".

Concheso dijo que la reducción del horario también está afectando a trabajadores como los mesoneros, que laboran, por ejemplo, en restaurantes que ahora cierran los días domingo. "Ese día dejan de percibir las propinas".

Otros patronos consultados en negocios como panaderías y luncherías aseguran que los obreros quieren trabajar los dos días libres que ahora les corresponden. "Yo no lo permito, porque me puedo meter en un problema, esta ley está perjudicando no solo al empresario, sino a los trabajadores", relató  la dueña de una  panadería en La Candelaria.

Algunos trabajadores de panaderías agradecen los días libres, pero también se quejan porque dejan de percibir el ticket de alimentación. En este sentido, Oswaldo Vera, sostuvo que es preferible sacrificar un día de bono alimentario "y ganar salud, tranquilidad, un tiempo para la diversión y el descanso. El propósito de la ley  es justamente beneficiar la calidad de vida y elevar los derechos de la clase trabajadora".

FUENTE: Diario El Mundo (Lic. Beatriz Caripa)


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