Encontrar a un abogado utilizando sólo
Internet es casi ciencia ficción en Venezuela. Sin embargo, los despachos
virtuales ya son una realidad en muchos países, principalmente en Estados
Unidos, pioneros a la hora de utilizar las nuevas tecnologías para comunicarse
con los clientes.
Aun así, Burton Law, la firma de
referencia en este ámbito, no tiene más de cuatro de años de vida, por lo que
la teoría sobre cómo montar un despacho online es todavía muy intuitiva. Es
más, en nuestro país, no sólo no hay bufetes virtuales, sino que hay muy, pero
muy pocos tradicionales que permitan contratar sus servicios a través de la
Red, como ocurre con una agencia de viajes o una tienda de ropa, que pueden
combinar los establecimientos físicos con un canal online.
De momento, este mercado se está
abriendo a través de pequeñas plataformas que ofrecen servicios jurídicos de
manera limitada: comparativas de precios, directorios de contactos o redes
profesionales, que aprovechan que el 46% de los clientes de bufetes busca
abogado a través de Internet.
Sin embargo, un verdadero despacho
virtual “ofrece todo el servicio, desde la búsqueda del abogado hasta la
contratación, el pago e incluso el control y el seguimiento del proceso legal.
Jóvenes
emprendedores
A diferencia de Estados Unidos, donde las primeras iniciativas de bufetes
online han surgido de reputados abogados que han utilizado su prestigio para
establecerse en Internet, en Venezuela el cambio de modelo vendrá de la mano de
jóvenes dispuestos a utilizar la Red como una oportunidad profesional, o bien
de empresarios ajenos al mundo de la abogacía con ganas de invertir en un nuevo
modelo de negocio.
Estas firmas online surgen de la
necesidad de ofrecer asesoramiento legal de una manera sencilla y barata en
casos estandarizados como, por ejemplo, los divorcios, que en algunos países ya
se están automatizando.
Otra ventaja de contratar un bufete On
line es los precios respecto a un
despacho tradicional pueden reducirse hasta un 45%, ya que el abogado, si bien
necesita un lugar desde donde trabajar no tiene que hacer frente a los gastos
que supone una sede preparada para recibir visitas en una de las zonas más
exclusivas de la ciudad. Aun así, todavía hay que superar un gran obstáculo
para que esta fórmula despegue definitivamente y se convierta en una
alternativa real: la confianza del usuario. Expertos aseguran que ya existen
comparadores que miden la reputación de los abogados y la calidad de su
trabajo, similar a los que se han puesto de moda en sectores como el turismo,
donde son los propios clientes quienes comparten su experiencia con otros
internautas.
Riesgos
Si Internet es una oportunidad para los nuevos abogados, la transparencia y los estándares de calidad que exige también representan un desafío, que de no manejarse adecuadamente, pueden dar al traste con el bufete virtual.
Si Internet es una oportunidad para los nuevos abogados, la transparencia y los estándares de calidad que exige también representan un desafío, que de no manejarse adecuadamente, pueden dar al traste con el bufete virtual.
La seguridad, la tecnología, el
márketing, los contenidos, el tipo de servicio e incluso el ámbito geográfico
donde se va a operar son elementos que hay que analizar. Aunque en países como
en Estados Unidos los despachos virtuales ya han probado con éxito su modelo,
en nuestro país, los expertos calculan que todavía habrá que esperar unos años
para que estalle el boom de los negocios jurídicos online.